
Tumita.
La gatita blanca, una viejita llena de amor.
Mi nombre es Tuma, Tumita de cariño, fui rescatada de la calle en 2009 con 6 meses de edad, me encontraron vagado buscando a quien “caerle bien”; aunque debo decir que fue una “odisea” mi rescate, ya que no me gusta que me lleven en brazos y demuestro mi agradecimiento a “mordiscos”, ya imaginarán el martirio para la humana en evitar soltarme y los mordisquitos de emoción.
Mi caso es como el de la mayoría como chicas felinas… me dejan salir, los chicos me persiguen y pues… llegan más chicos.
Tuve tres pequeños, de los cuales solo uno sobrevivió y tuvo la fortuna de obtener su hogar a los tres meses. Desde que mi vida cambió al ingresar a este lugar, ha sido muy emotivo, ya que hemos vivido un sinfín de situaciones tanto hermosas como críticas.
Han sido nueve años de tranquilidad la mayor parte, aunque siempre tenemos presente que las carencias pueden llegar en cualquier momento, cuando menos lo esperas y de golpe contundente.
La mayor parte de mi vida he sido una gata sana… y ahora a la edad de 12 años el tiempo me pasa factura, tengo un problema dental que aunque ha sido controlado, el médico recomienda la extracción de algunas piezas dentales; sé que no se debe posponer, solo que por una parte, mis queridos humanos no han podido reunir la cantidad para este procedimiento; y además temen por mi vida, puesto que ya soy una gata de edad y aunque sana, existe ese riesgo que todos tenemos al inducirnos a una anestesia seamos jóvenes, maduros o viejitos.
Quizás mi historia no ha sido muy larga, no tuve una segunda oportunidad de un hogar mío de mí, -y vaya que varias personas preguntaron por mí-, posiblemente no eran mi “click”, ¿sabías que uno como gato adopta al humano y no al contrario como según considera la mayoría?
A pesar de todo he sido veliz y he llevado en mis últimos años una vida más que de reina, ahora formo parte de la oficina donde despachan y atienden Ari Gatita y los humanos, puesto que por mi condición debo ingerir los alimentos húmedos (y no a todos en el asilo le gustan las chopitas de croquetas); veo como Ari escribe, contesta mensajes, realiza cotizaciones y como ordena a los humanos lo que falta en el Asilo. Mi responsabilidad en la oficina es dormir, como buena gata vieja que soy, mi carácter no ha cambiado y sigo dando mordiscos cuando me acarician… es como demuestro mi felicidad.
Pinky Motica
Una negrita con camisa blanca y nariz rosada.
Hola soy Pinky Motica, nacía hace 6 años aquí en el Asilo, mi mamá es Moñeca quien fue rescatada de la calle esperando gatitos.
Desde que nací fui una llorona y líder de la camada, fue una pena perder a mis “manitos” y no conseguir un hogar para mi solita.
Tengo el corazón agradecido por darme la oportunidad de conocer una “cuna calientita” con leche tibia para llenar la pancita desde bebé, a pesar de que viví la etapa de carencia en donde teníamos que compartir entre todos un puñado de croquetas y pieles de pollo con algunos retazos de carne que la humana con cariño nos separaba diario. Aún con todo eso, crecí feliz y traviesa, tan traviesa que siempre buscaba la forma de estar donde la humana estaba.
Situaciones tan críticas y crueles vi pasar en mis años jóvenes, en aquellos tiempos nuestros humanos luchaban para poder conseguir un veterinario que pudiera realizar las esterilizaciones correspondientes (ya que llegaban a abandonar hermanos, sin un protocolo de salud y mucho menos esterilizados), y en una de las recomendaciones de un “político” para “quedar bien” con la causa recomendó a un veterinario, y al investigar su trayectoria entre sus trabajos tuvimos conocimiento que un hermano perruno falleció por mala atención, además de que no contaba con cédula profesional. Por gran motivo se tuvo que posponer nuestra intervención.
Porque deben de saber que los servicios veterinarios se investigan, porque no solo se depositan nuestras vidas en sus manos, sino la de otros amigos que confían en las campañas de esterilización responsable de amigos de compañía, que realizaba el Asilo en años anteriores.
Y pues si amigos, no encontré un hogar para mí, aunque cuento con un espacio donde he conocido el cariño de hermanos peludos y generosos humanos que cuidan de nosotros con esfuerzo y dedicación, humanos que, aun con sus enfermedades propias de su edad, procuran tener las croquetas en el plato y arena en el sanitario felino, humanos que lidian día con día con otros de su especie que a fuerza de manipulación buscan abandonar a “sus rescatados” con nosotros. Dejar en un Asilo, refugio u hogar temporal, no es librarse de su “responsabilidad” y pasarla a otros, si realmente les importara un poquito esa vida que “rescatan y abandonan en otro lugar”, estarían conscientes que es cuidar y mantener a distancia una obligación con ese pequeño ser que encontraron en su camino y que por evadir obligaciones, no pudieron darle un espacio en su hogar (por muchos o ningún compañero no humano hubiese en su espacio).
Luneta, Silver, Goldie, Joven y Ari
Del “amor” al abandono
Mi nombre es Luneta, y soy la evidencia del “amor” que me llevó al abandono con mis tres pequeños. Quizás tuve otro nombre, más prefiero olvidarlo, así como mis anteriores “humanos” lo hicieron conmigo.
Esta historia de “aristocracia” inicia así… fui rescatada por una “aprendiz de dama” (el dinero y el estatus social no te dan calidad moral), según ella me “amaba” y “era su todo”, mas nunca falta el patético humano “alérgico al pelo del gato”, vil y grotesco pretexto para echarme de la “residencia”, solo que ese fue pretexto corriente; la realidad fue el mismo cuento de toda la vida… “la gata quedo preñada” por no esterilizar a tiempo, aún con todo el “dinero” que presumen y ostentan.
Pues bien, tuve a mis hijos y había que deshacerse de mí lo más pronto posible porque volvería mi ciclo natural de vida… entraría en mi siguiente celo. Como mi ex humana es cuñada de un “poderoso político” y éste a su vez conoció a los ahora mis humanos encargados del Asilo, hace algunos años; tuvo la gran idea de que fuera a aventarnos con ellos, puesto que sabía que son responsables y comprometidos principalmente con los gatos.
Pues bien, este hombre que se encargaba de la Dirección de Desarrollo Económico de Atizapán en 2018, habló con mi ahora humano para que me recibieran con mis tres pequeños Silver, Goldie y Joven; argumentando que ser harían cargo de nuestra manutención, de la atención médica veterinaria y principalmente de mi esterilización y la de mis dulces gatitos.
Llegó el día en que fuimos echados de esa “residencia” que fue mi hogar y el de mis pequeños por poco tiempo (llegué al hogar de transferencia en Atizapan de Zaragoza) cuando apenas tenía un año y mis pequeños 3 meses, nos trajo la humana que hasta el día anterior se había encargado de nosotros. Llegamos en una caja de cartón (en vez de una transportadora) cerrada para evitar los cariños hacia la humana esa; nuevamente reiteró la “ayuda” en alimento y esterilizaciones… cosa que nunca llego; nos dejó aun “con lágrimas en sus ojos” porque a su conciencia “nos amaba”. El drama escenificado conmovió el corazón de la humana encargada del hogar de transferencia, la abrazó y le reiteró que podía seguirlos viendo cuando fuera a dejar su apoyo (vaya que ingenua y corazón de pollo es mi ahora humana, la compran con promesas y ella todavía CREE que la gente es consiente y comprometida –si lo fueran, no abandonarían a tantos hermanitos felinos y caninos-)
Pues bien, las promesas son eso y pocas se cumplen, las demás quedan… en el aire al quitarse la “carga de su irresponsabilidad”; nos dejaron en una vil caja, con un paquete con tres rebanadas de jamón apestosas y quinientos pesos que tenían que durar mucho… muchísimo para cuatro bocas más en el hogar de transferencia.
No puedo quejarme del recibimiento y trato que hemos recibido desde aquel agosto de 2018 cuando fuimos abandonados, nos han atendido muy bien, estamos fuertes, saludables y sobretodo esterilizados con mucho esfuerzo ya que en una campaña de esterilización patrocinada por otra “político”, dejó plantados a los humanos con el apoyo y con esfuerzos cubrieron el costo de la misma.
De mi anterior ex humana nunca supieron más y del cuñado mucho menos, más cuando en una ocasión coincidió mi ahora humano con él y conversando sobre nosotros le recordó su compromiso hacia nosotros, a lo que el ex político se molestó por el recordatorio y actuando ofendido pidió que fuéramos devueltos como viles objetos que se pueden mover de un lado a otro “cuando molestan”, ¡Qué gran error! Nunca hemos visto al humano enojado, siempre es amable, tranquilo y presto a dar apoyo cuando se necesita y más cuando se trata de caricias hacia nosotros, creo que ese día el cuñado de mi ex humana deseó no haber conocido a nuestro humano, porque le puso en claro que los animalitos no se dan y se quitan como si fueran objetos que se intercambian, que ellos renunciaron a nosotros desde el momento que consideraron dejarnos aquí y olvidarse de un compromiso que se hizo entre caballeros, bueno solo uno, el otro un simple hombre que va por la vida engañando personas; en fin se comprometió a mucho más de lo que estuvo considerando dar.
Si antes de llegar nosotros ya eran muchos, ahora con nosotros somos demasiados y los humanos encargados han estado luchando contra las adversidades para que sigamos teniendo unas croquetas que llevarnos a la pancita.
Mis niños y yo estamos muy agradecidos con los humanos encargados por el espacio que nos han brindado aquí en el hogar de transferencia, con la gente que ha estado interesada en darnos un hogar y que por una u otra circunstancia no se han concretado, con las personas que adquieren algún producto para poder llenarnos la pancita y con aquellas almas dadivosas que nos apoyan con donativos en especie o monetarios. A mi ex humana y su pariente politiquillo solo les digo que son personas con nulo valor moral, puesto que aún con todo su “dinero y poder político” no pueden comprar valores como el amor, la compasión y la gratitud.
La historia del Sensei del Asilo
Tzintzin-Sensei
Mi nombre es Tzintzin y de cariño Sensei, cuando llegué al hogar de transferencia tuve por nombre Hitler, porque exigía estar siempre en brazos y que me dieran muchas caricias, después cambió a Tzinzin por algunos comentarios desfavorables a mi nombre inicial por algunas viejas cotorras de aquel entonces, 2012.
En fin, Tzinzin para los amigos, me recogieron de una avenida con mucho tránsito, vagaba por la banqueta intentando entrar a una estética, no soy homofóbico, solo que no le perdono a un chico gay que llegaba a ese lugar me sacara a patadas; esto lo vio la humana que iba hacia el hogar de transferencia y pues el pobre chico solo se disculpó y pidió sacarme de ahí.
Preguntó si pertenecía a alguien y nadie supo dar respuesta de mí, y pues como no podía dejarme otra vez en el piso, me puso sobre la “comida del día”; en aquel entonces comíamos pobremente aunque sustancioso pieles de pollo cocidas combinadas de vez en cuando con croquetas y remojadas en caldo de los pellejitos.
Fui rescatado durante un tiempo muy crítico, ya que la situación era muy difícil, abandonados a diestra y siniestra o echados a la calle sin remordimiento alguno y olvidándonos para siempre. Mi infancia fue llevadera a pesar de las limitaciones, tuve la oportunidad de conseguir un hogar, más por mi edad (mayor a 1 año) y siempre existía el “pero” de la segunda opinión del que acompañaba al adoptante… era muy grande y no me iba a adaptar, además buscaban bebés para que “creciera” adaptándose a su hogar.
He visto pasar casos y casos, desde primos “fieras salvajes” que armaron la de Dios padre! Tan difícil fue socializarlos que a todo momento se sentían acorralados, corrían y rompían o tiraban cosas a diestra y siniestra con el peligro de lastimarse; está bien la humana nos rescata en condiciones inverosímiles, solo que con estos primos salvajes le sacaron canas verdes; primero porque estarían una temporada y segundo porque su rescatadora se hacía del rogar para enviar su apoyo. Al final tuvo que venir por ellos a pedido de la humana ya que no quería que se lastimaran y le adjudicaran situaciones que muy lejos estarían de la realidad, y acomodarlos en otro sitio.
He visto como le ven la cara de buena gente a la humana, chantajeándola con casos súper lastimeros, acaso ella no vivía casos así? En otra ocasión llegaron ocho hermanos!! Una multitud de primos, para las limitaciones en aquel entonces (mucho más que ahora) la compraron con una situación de maltrato familiar y tenía que deshacerse, literal, de sus “hijos felinos” (y los hijos humanos que? Valen más que un felino? ) Pues bien, ocho bigotones más que llegaron llenos de promesas alimento mensual, apoyo para atención médica y bla, bla, bla. Si, como no! Tómala otra vez por crédula, más bien la humana no lo hace por ayudar a los humanos que le piden apoyo, sino por el destino de tantos abandonados sin casa y comida segura; solo tres ocasiones recibió alimento y en la última de estas recibió comida para perro, acaso saben los humanos si el alimento para los primos perrunos tiene los mismos nutrientes para nosotros los felinos? Nooo, si lo supieran no darían su “ayuda” de esa forma. En fin, algunos de estos primos consiguieron un espacio cálido y lleno de amor al ser adoptados; otros, eran tan apegados a esos humanos que los abandonaron que dejaron de comer, se fueron hundiendo en la tristeza preguntándose por qué no estaba su humano con el que crecieron, se hundieron en la melancolía que fue minando su vida poco a poco. Muchos humanos piensan que deshaciéndose de sus amigos peludos ya resolvieron parte de sus problemas, y nunca cruza por su mente que creamos vínculos afectuosos muy fuertes con ellos, tan fuertes son que sienten el abandono, actúan agresivos y al pasar ese lapso entran en una etapa de tristeza que puede llevarlos a un desenlace fatal.
Mi vida ahora continúa en el Asilo, un lugar lleno de naturaleza, donde nos cuidan y protegen para llevar una vida de gato, dejé el hogar de transferencia hace algunos años y ahora veo correr el tiempo al lado de hermanos con la misma edad que yo (tengo 9 años) o más grandes, viviendo en un lugar tranquilo, donde el viento alborota mi pelo y mis garras marcan los árboles.
Por esto y más, a ti humano piensa antes de abandonar en un lugar a tus amigos no humanos, quizás corran la suerte como la mía de vivir tu vida de gato. Aunque es difícil readaptarte a un nuevo sitio, solo unos cuantos logramos ese objetivo, algunos otros les puede costar la vida y no precisamente porque recibamos un mal trato, sino porque fueron tan apegados a sus humanos que su corazón se llena de tristeza y abandono, que dejan de comer y aunque sean alimentados directamente por los nuevos humanos, puede que no superen la etapa y te conviertas en un maltratador a la distancia, porque ese pequeño amigo sufre el alejamiento de tu lado y lo paga con su vida.
Monina
La dulzura de gata abandonada con sus hijos
Hola soy Monina, mejor conocida por Lesby, mi historia es como la de cualquier gatita que por mucho amor que me tuvieran, al tener gatitos me tuvieron que abandonar porque “no podían tener más animales en casa y menos ¡si habían sido rescatados de la calle!”.
Soy una gata fuera de lo común, tengo mi pelaje gris combinado con destellos dorados que adornan mi cuerpo bello y no tan escultural jijiji. Un día de hace ocho años llamaron a la humana para ver si recibía una gata con su camada, eran dos gatitos (supuestamente eran 4) mayores a 4 meses de pelaje negro y ojos tristes; al tomar la llamada y explicarle a la mujer abandonadora que no había cupo para mí y mis niños la chantajeó con dejarme en la calle en una caja, porque no era su gata y me había “rescatado” con mis gatitos; ante este panorama, en el asilo aceptaron mi ingreso con mis pequeños.
Al llegar al asilo asustada y escuchando las palabras de mi “rescatadora”, prometió alimento mensual, apoyo para esterilización y algunos insumos de limpieza, mentiras para que no fueran a deshacerse de nosotros. En el asilo he entendido que el que llega no se le aplica la ley del hielo, todos somos bienvenidos aunque solo haya unas cuantas croquetas para compartir y cumplir con un protocolo de sanidad para que todos estemos en condiciones saludables. Lamentablemente, mis niños venían muy enfermitos y aunque los humanos del asilo hicieron lo posible para ayudarlos, no fue lo suficiente y fueron a un lugar mejor, donde ya no conocen la maldad de algunos humanos “nobles de corazón que rescatan y avientan la responsabilidad a otros”.
No tuve la oportunidad de un segundo hogar y he vivido aquí tranquila, soy muy cariñosa y agradezco con todo el corazón cuando me sirven mi alimento. No pierdo la esperanza de obtener un espacio para mí, aunque a mi edad las posibilidades son muy pobres, tengo 8 años; y sobre todo con esta pandemia humana, las solicitudes de adopción están suspendidas.
Humanos, cuando rescaten háganlo con el corazón, con responsabilidad y que todo llegue a un final feliz, en el asilo no hay cupo para un alma felina más, estamos saturados y es muy estresante saber que hay gatitos que quieren venir a abandonar, si es difícil solventar el rescate de un solo minino por pequeño que sea, imaginen mantener y vigilar medicamente a 150 almas gatunas.
Los recursos son pocos, las ventas escasean y los apoyos los cuestionan, más en este momento de pandemia humana, en donde no pueden desplazarse como si no pasara nada y reitero, mucho menos realizar trámites de adopción, puesto que hay que cuidar a todos los humanos responsablemente. Humanos, no sean como mi abandonadora que “rescata” y para sanar su “conciencia” va y deja abandonados a estos pequeños seres que confiamos en ella para que otros asuman su responsabilidad. No cuestiones la ayuda de ningún tipo, si no te es posible pasa de largo y solo comparte, habrá un humano piadoso que nos ayude de la manera que este considere. Cariñosamente Monina
Tango
El gato salvaje de mordida delicada
Hola amigos, me presento soy Tango Sphero, mejor conocido como “el gato salvaje de mordida delicada”, tengo nombres de película jijiji y esta es mi historia.
Nací en el mes de Julio de 2016 (según cálculos de la humana que me rescató) bajo las escaleras del sótano del Palacio Municipal de Atizapán de Zaragoza, mis padres fueron unos gatitos “salvajes” que vivía en los alrededores de ese lugar.
Un día de agosto, cuando la humana salía del área donde laboraba había un revuelo al costado de las escaleras donde estaba mi refugio, unos chicos de una dirección del ayuntamiento habían “encontrado” tres gatitos sin mamá escondidos bajo las escaleras (que locos, mi mamita había ido a buscar comida a un local donde siempre le obsequiaban algo para llenar la pancita –eso lo supo la humana varios meses después-), pues bien estos chicos nos sacaron a mis hermanas y a mí del escondite y nos estaban ofreciendo en adopción a los servidores públicos que terminaban la jornada laboral, ya habían conseguido hogar a una de mis hermanas, faltaban la otra y yo; quienes se detenían a mirarnos decían “que bonitos, tan chiquitos y abandonados”.
Unas compañeras de la humana se detuvieron a ver a los mininos y rápidamente le dijeron a los chicos que le comentaran ya que ella dirigía un Asilo con muchos gatitos a ver si podía hacerse cargo de por lo menos uno de nosotros. Jejeje recuerdo aun cuando le llamaron y le dijeron al unísono “son gatitos abandonados, llévalos contigo” y su cara de “de qué hablan?”, al entender de lo que se trataba lo consultó con el humano, cuando aceptaron hacerse cargo adoptaron a mi hermanita y solo quedé yo… sólito, hecho bolita en las manos de una chica que trataba de darme calor, maullaba porque tenía hambre y miedo; tendría aproximadamente un mes cabía en una sola mano de los humanos y así inicié el camino hacia el nuevo lugar que sería mi hogar.
Al llegar al hogar de transferencia, fui llevado inmediatamente al proceso de limpieza, muchos humanos piensan que cuando llega un hermano felino a cualquier lugar solo es darles un baño, anti pulgas y “órale… intégrate a la comunidad”; dejen decirles queridos humanos que esto no es así, por lo menos no en el asilo con ningún abandonado.
El proceso de salud e integración de un nuevo hermano felino lleva su tiempo, por otro lado es una lista de gastos que los encargados del Asilo deben cubrir religiosamente; por lo que entre mi hermana Ari Gatita, Gitol, los humanos y su servidor, creamos una tienda con productos con temática gatuna para todos nuestros seguidores amantes de los felinos. Con la venta de estos productos se procura alimento, insumos, atención veterinaria y emergencias.
Tuve la fortuna de ser criado a biberón, ya que no tenía ni dos meses de edad, para crecer sano y fuerte (debo decirles que aun cuando tenía ya más de 4 meses antes de dormir pedía mi ración de biberón jijiji). Pues bien, la humana se encargó de alimentarme a biberón cada dos horas, ¡ahhh que rico! lechita tibia como la de mamá, la humana tenía que realizar todo el proceso que una madre gata realiza con sus bebitos… después de terminar los alimentos entraba a la sesión de vínculo para estimularme y sacar alguna burbuja de aire que pudiera provocar cólico, después al aseo sanitario y a dormir como angelito. Los desvelos valieron la pena, llegué hecho una bolita de pelos y ahora soy un gatote, un gatote que está consciente que no todos podemos tener la fortuna de encontrar un techo donde duermas, con la pancita llena y rodeado de cariño humano. Un gran gato que toma con delicadeza sus alimentos o alguna golosina que me obsequian, abro ligeramente la mandibula y lo tomo delicadamente, es por esto que fui denominado como “el gato salvaje de mordida delicada”
Ser integrante del Asilo en el hogar de transferencia ha sido lo mejor que ha pasado en mi vida, solo que algunos humanos no llegan a entender que desgraciadamente los espacios se llegan a saturar y los insumos llegan a ser insuficientes para cubrir las necesidades de todos los integrantes. Si en este momento los humanos recibieran un felino más entraríamos en crisis, puesto que los ingresos son limitados y no alcanza para cubrir el protocolo básico de ingreso de un nuevo miembro, no hay excedentes, ¡vivimos al día! En ocasiones debemos compartir las pocas croquetas en raciones muy pequeñas.
Por lo anterior, a ti humano que “encuentras” un amigo no humano en problemas, ¡ayúdale, abre tu mente y busca la forma que reciba la atención que necesita! Nuestras ventas están en cero y no podemos exigir a nuestros generosos y amables benefactores a donar más de lo que sus posibilidades lo permiten. Toma conciencia que ustedes los humanos están en una situación de salud crítica y que nuestros humanos también corren el mismo riesgo de exponerse a un contagio y enfermar, solo les pongo este escenario… si nuestros humanos enferman (porque debo decirles que ya no son unos jovencitos) ¿qué pasará con nosotros? El que pide un rescate, ¿vendrá a atendernos y mantenernos? ¡Claro que no! Porque todos y cada uno tiene sus problemas y objetivos definidos y en este supuesto no seríamos su prioridad.
Así que humanos queridos, les invito a tomar conciencia y por lo menos en nuestro Asilo las ADOPCIONES y RESCATES se encuentran SUSPENDIDOS porque los cuidamos a ustedes y cuidamos a nuestros queridos humanos, porque, ¡queremos seguir viviendo nuestra vida de gato hasta el último día de nuestra existencia! Y si en sus posibilidades está, visiten nuestra tienda o apoyen con lo que Uds. consideren ya sea en especie o monetario, diríjanse con Ari Gatita que es la encargada de las redes sociales y con gusto les atenderá para darles las opciones de apoyo que deseen otorgar al Asilo.
Con todo respeto y cariño,
Tango Sphero
Vicepresidente Asilo Amor Felino Abandonado